Este espejo
roto no reflejará más;
la flor caída
no volverá a la rama.
Zenrin.
Al salir del
portal, Codorníu se acopla a las sombras de la pared camino de los cubos de basura
de esta localidad crispada. Un calabobos de nostalgia peina la melena cónica de una
bombilla del alumbrado municipal, rubia por más señas.
Pero no está la noche para prestar atención a detalles tan literarios; tampoco a la burda oscuridad cribada de jadeos, que escapan de los coches montados sobre la acera que circunda el parque.
Pero no está la noche para prestar atención a detalles tan literarios; tampoco a la burda oscuridad cribada de jadeos, que escapan de los coches montados sobre la acera que circunda el parque.
En la esquina hay tertulias de bolsas de basura
abandonadas al pie de una farola, esta vez de luz blanca. Codorníu deja la
suya y escucha el restallar proveniente de los nudos retorcidos en la boca de su estómago. El dolor le dice que ha malgastado la salud a causa del Havana con
limón. Aprovecho para que se fije en mí. Para que vea que ese dolor no es él; que es más bien una oportunidad de oro para descubrir el sentido de estar presente.
Hoy no he sabido soñarle un despertar, aunque sigo pegada a sus sentidos. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Por
el momento necesita agotar su ego, desplegando un esfuerzo enorme para comprender verdaderamente que
nunca es la persona la que se libera, sino que se libera uno de la persona. Esto se lo repito mucho.
Seguir buscando, dando palos de ciego, es inevitable. La certeza de existir, a pesar de encontrarse ante sus narices, está oculta por esa sed de ser que no para de perseguir molinos. La unión conmigo llegará de forma espontánea, sin necesidad de ninguna tarea hercúlea. Precisamente, cuando ya esté rendido, cuando se haga a un lado, cuando se aparte.
Seguir buscando, dando palos de ciego, es inevitable. La certeza de existir, a pesar de encontrarse ante sus narices, está oculta por esa sed de ser que no para de perseguir molinos. La unión conmigo llegará de forma espontánea, sin necesidad de ninguna tarea hercúlea. Precisamente, cuando ya esté rendido, cuando se haga a un lado, cuando se aparte.
Desde luego el titulo de tu blog es el idóneo.
ResponderEliminarPero es que tu no sabes lo que llenan tus palabras y lo que se siente con tu forma de escribirlas.
Me tienes algo abandonada y me escape para verte.O mejor dicho leerte
Muchos besos.
leerte siempre remueve mis cimientos
ResponderEliminarPero qué bien escribes! Y lo que escribes está repleto de sentimiento, de sensaciones...
ResponderEliminarMagnífico.
Besos desde mi orilla.
Y llegó septiembre...que se porte bien contigo.
ResponderEliminarBesos